martes, septiembre 09, 2008

Siempre llora el mismo niño
por las delicias
Confundirlo con un gato es sólo
uno de mis contractuales desatinos

De todas formas otras veces
paseo un sentido grave de la iluminación
y es justo antes de que me asalte la ceguera genética
por parte de mi madre
que la madre de mi abuela me toca con una varita
y me elige de entre miles con las cuencas huecas
entonces soy canina
sólo
en el olfato
y es entonces cuando pierdo el tacto
hasta conmigo
y es de mal gusto

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