sábado, junio 23, 2007

los odonatos los chupópteros de tu pelo (tricotilómana)
por los parterres

A. Calder

Os mentimos sólo en la intimidad

ahí a mí se me pone cara de escualo
y a ti cara de cordero cuando suena la alarma
y el cordero sale corriendo como un scuba
y el escualo sale hacia el otro lado
como un scuba que renuncia a la sangre
Y en la huida hay una traca de dientes
así que tú te llevas la dentellada femoral
así que yo la mellada espera por la regeneración espontánea de mi boca
como una asteroidea por las tres filas de dientes de un escualo
Y al final de la huida estamos jacosos como parches de éter/
sobre las lagunas de California
Y algún colgado con dientes de plomo pega tiros al aire
Y los casquillos abren el aceite y
una de las mitosis es el análogo del hijo pegando las bolas de mercurio
del termómetro reventado y par terre
y la madre barre los cristales
y el loco recarga el arma
y nosotros somos devueltos a la inminente cuenta atrás/
con el mercurio a la boca en una fuente de Alejandro Calder
y asomamos los brazos que rellenan termómetros/
como agujas de vudú que inducen todas las direcciones para donde salir corriendo
a partir de una corona de relojes

Me pregunto cómo serán las discos
el aceite de gaulteria prendiéndoles las fauces
los himnos de España a 180 bpm
el instinto serial de las gónadas periscopales
el amor entre esclavos, al fin
un humidificador que agrisa el techo